De pronto te quedas muy calladito. Se escucha el movimiento de lo que sea que agarraste y con sospecha utilizas. Espero un momento para no interrumpirte y cacharte en plena acción. Siempre descubro algo increíble. En esta ocasión, te pusiste mis lentes de sol, colocaste el pizarrón, acomodaste tu silla de carro y comenzaste a dibujar. Cual brillante e incomprendido artista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario