Desde ese día, y cada uno de los que ha pasado, meticulosa Y religiosamente meto mi dedo índice en la boca del lobo para sentir "la sierrita" (así le dice papá). Cada día el diente se asoma más y se siente más la mordida.
También desde el primer momento, tuve la firme intención de fotografiar la sierrita a la primera oportunidad... asunto en el cual no tuve mucho éxito... hasta hace unos días (y con la ayuda del gran jefe) en que por fin logramos agarrar al niño Joaquín y fotografiarle hasta las anginas, no sin antes "negociar" con él... jajaja... batalla campal... pero ahí está el dichoso diente... Eso sí, queridos lectores, esta es la primera y última foto dental que les ofreceremos, el que quiera adentrarse en los caminos tenebrosos de fotografiar los dientes de un bebé... ¡que se prepare para la pelea!
3 comentarios:
está listo pa' comerse una buena mazorca de elote cocido con cremita, quesito y chilito!! ñam ñam!!!
le mando un latoso dedo índice en su encía pa comprobar la veracidá de tal diente!!!
un besote!!!
Una vez que comenzó, ya nada lo hará parar. Felicidades por ese Joaquín. Cada día está más guapo. Disfruten cada instante y gracias por compartirlos con quienes los queremos.
Ceci.
JAJAJAJA... entiendo perfectamente porque a mi me costo un mundooooo pero lo bueno fue que lo lograste.
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