calor de verano

La temperatura sube un poco cada día, ya casi es norma eso de los 36°C... En casi 3 semanas de intenso entrenamiento anti-pañal, ya tenemos la batalla casi ganada contra el #1... pero el #2 es otra historia... Tienes tu lista de canciones favoritas y las cantas a todo pulmón. Juegas en el patio y te aseguras de llenarte de tierra cada centímetro del cuerpo. Sacas las zanahorias y el brócoli del refri para dárselas a los conejos. Te robas la gelatina sin que me de cuenta. Correteas a los gatos con el atomizador de agua. Te levantas en las mañanas y nos das los buenos días al mismo tiempo que pides la película favorita en turno. En las clases de natación, la mitad del tiempo echas desmadre y la otra mitad me gritas para que vea lo que haces. Cuando me acompañas al súper voy temiendo que quieras hacer pipí... y siempre te robas unos chicles de la caja. Si estás con otros niños copias cada movimiento, aprendes por imitación. Si te dejo para irme a trabajar te pones triste. Si vamos al cine comes palomitas sin parar y cuando tienes sueño buscas a tu oso para babearle la manita. ¿Sabes que te gusta bañarte con agua fresca? Si está un poco caliente el agua gritas como si estuviera quemándote a 100°C... Colorear no es tu fuerte, pero jugar con los carritos es tu delirio. Siempre que sabes que vamos a ir a la calle te pones feliz. Por las tardes me recuerdas que debo regar las plantas y en las noches cenamos mientras te vemos comer con los cubiertos perfectamente. Eres buen rommie. Gozamos mucho tus risas y, aunque a veces nos haces enojar y nos desesperamos por no entender lo que dices, cada día hijo, es una día perfecto que pasamos junto a tí. Feliz Verano Kino.